Dormir es sumamente importante para mantener la salud de nuestro cuerpo, sin embargo los ritmos de vidas tan acelerados que nos exige llevar la actualidad y los procesos cotidianos a veces nos recortan las horas de sueño y muchas veces ni descansamos.

Los trastornos del sueño son aquellos inconvenientes relacionados con dormir. Puede ser que la persona que la padece tenga dificultad para conciliar el sueño o al contrario se quede dormido en cualquier momento y no lo puede controlar, es decir se presentan conductas anormales durante el proceso del descanso.

Según información publicada por la revista de la facultad de la medicina de la UNAM, “el sueño es una función biológica de central importancia para la mayoría de los seres vivos. Los estudios sobre la fisiología del sueño han demostrado que durante este se produce una diversidad de procesos biológicos de gran relevancia, como la conservación de la energía, la regulación metabólica, la consolidación de la memoria, la eliminación de sustancias de desecho, activación del sistema inmunológico”.

La calidad de sueño en la vida de las personas cumple un rol fundamental, por lo que pueden observar ya conocen que es parte central de una de nuestras funciones biológicas, es decir es un proceso que debe darse naturalmente para el normal desarrollo de nuestra salud. En algunos casos el sufrir de algún tipo de trastorno del sueño puede ser tan contraproducente para la salud que puede interferir con el funcionamiento físico, mental y emocional.

Algunos especialistas expresaron que el desorden en la capacidad de conciliar el sueño, puede manifestarse inicialmente como insomnio, que es el inconveniente que se presenta a la hora de dormir y genera una disminución en la cantidad de horas destinadas al descanso, por lo que se origina una sensación de cansancio y soñolencia diurna.

¿Qué es el sueño?

Según información publicada por el instituto del sueño, dormir “es una parte integral de la vida cotidiana, una necesidad biológica que permite restablecer las funciones físicas y psicológicas esenciales para un pleno rendimiento”. Es decir que necesitamos descansar para que nuestro cuerpo tenga la energía suficiente para el buen desenvolvimiento de las actividades diarias.

Asimismo, el instituto considera que el sueño es “un estado de conciencia dinámico en que podemos llegar a tener una actividad cerebral tan activa como en la vigilia y en el que ocurren grandes modificaciones del funcionamiento del organismo; cambios en la presión arterial, la frecuencia cardiaca y respiratoria, la temperatura corporal, la secreción hormonal, entre otros”.

Para que el organismo cumpla con una estabilidad y hasta equilibrio emocional se debe tomar las horas adecuadas para el descanso, en caso de que no puedas controlar el mal dormir, la vigilia o el inconveniente a la hora del descanso, lo ideal sería consultar un especialista que pueda realizar un chequeo y evaluación.

¿Es importante dormir?

Como ya hemos mencionado cuando se duerme se generan cambios fisiológicos que afectan diversos funcionamientos de nuestro cuerpo, por ende el dormir forma parte de un mecanismo regenerador fundamental sobre nuestro sistema nervioso.

En consecuencia, el instituto del sueño afirma que el descansar “es una necesidad básica del organismo y su satisfacción nos permite la supervivencia”.

Así que se debe dormir para mantener la función equilibrada de nuestro cuerpo, para poder estar activos y con energía durante el día, y porque cuando no se puede conciliar el sueño, regularmente veremos el deterioro durante las horas del día, también se puede presentar una clara disminución del rendimiento intelectual con dificultades de concentración y la memoria.

¿Cuántas horas debemos dormir?

El sueño es muy importante para la salud. Pero para ello se deben cumplir dos factores significativos, el tiempo que se duerme y la calidad del sueño que se tiene cada noche. Si la calidad del sueño es la ideal el tiempo que se necesita para obtener un buen descanso puede variar de una persona a otra. No obstante, aunque no sea más que a facultad orientativa, a la edad de cada individuo se asocia un tiempo concreto de sueño para que éste cubra las necesidades del organismo.

Lo recomendable que se debe dormir por edad, según información suministrada por la Fundación Nacional del Sueño de los EE.UU.

  • Niños en edad escolar (6-13 años):

En este caso el tiempo de sueño necesario se reduce a 9 a 11 horas.

  • Adolescentes (14-17 años):

Lo más adecuado es que duerman de 8,5 a 10 horas diarias.

  • Adultos más jóvenes (18 a 25 años):

Su tiempo óptimo de sueño es de 7-9 horas al día.

  • Adultos (26-64 años):

Se mantiene el mismo rango de necesidades de sueño que en el caso anterior.

  • Personas mayores (más de 65 años):

Lo más saludable para ellos es que el sueño ocupe 7-8 horas al día. Sin embargo, es frecuente que la calidad del sueño se vea reducida.

No dormir lo suficiente puede traer cambios contraproducentes para el organismo y la salud, ya que puede precipitar diversos tipos de enfermedades como la diabetes, la hipertensión, que sin duda afectará nuestra calidad de vida y nuestro entorno social.

El dormir bien es sinónimo de una buena calidad de vida, sin duda impactará tus capacidades de memoria y retentiva, así como la resolución de problemas, te mantendrá activo y con energía durante el día, recuerda que mientras duermes tu cuerpo se regenera.

Si tu caso es distinto y presentas inconvenientes para conciliar el sueño, consulta con tu especialista para que realice el diagnóstico y medicación de acuerdo a lo que tu cuerpo este padeciendo.