La lucha contra el paso del tiempo en la piel es cada vez más frecuente en las mujeres, por eso la industria cosmética se ha llenado tanto de productos que prometen detener el reloj, borrar las huellas del pasado y hacer renacer una piel nueva de paquete. No obstante, muchas de esas promesas no llegan a ser cumplidas, y lograr esos resultados, depende de mejores tratamientos, más específicos y de cambiar ciertos hábitos de vida. 

Por eso el peeling se erige como uno de los tratamientos cosméticos para vencer el envejecimiento prematuro más efectivos, pues con solo unas sesiones puedes notar inmediatamente la diferencia en tu piel y no te sentirás defraudada como podría pasar con el uso de cremas que requieren una rigurosa periodicidad en su aplicación, para poder ver algún resultado favorable.

El peeling es un término prestado del inglés, “to peel”, que quiere decir pelar, o escamar, por lo que este tratamiento se trata de literalmente pelar la piel. Tal como pasa con las frutas, que debajo de la piel que se quita está lo mejor, en este caso, la descamación produce una eliminación de las células muertas y una renovación de las capas superficiales de la piel.

Con este tratamiento, se consigue una piel con menos imperfecciones, con manchas atenuadas, rejuvenecida y con luminosidad. Asimismo, para aquellas pieles en extremo grasas, se consigue que esté bien hidratada y con la secreción de grasa ideal.

También permite la corrección de esos primeros surcos en la piel que luego marcan las arrugas, por su capacidad de penetrar en varias capas de la dermis. Del mismo modo es muy utilizado como complemento importante en el tratamiento del acné y en la corrección de sus secuelas, por lo que sí es posible que una vez superado el acné, no queden en el cutis los molestos huecos que revelan que alguna vez existió.

¿Cómo actúa?

Luego de una limpieza profunda de la piel, se procede a la aplicación de una o varias sustancias, en este caso ácidos que retirarán la capa más superficial de la piel donde se encuentran las células muertas como si se tratara de un exfoliante, para dar paso a una nueva capa de piel que se verá más tersa.

Dependiendo de las necesidades del paciente, variará el ácido a utilizar , pues el peeling puede ser anti edad, anti manchas o anti acné y para cada uno se emplea un producto diferente, que pueden ser los ácidos glicólico, salicílico, mandélico, resorcina, o tricloracético.

Una vez aplicado el producto indicado para su requerimiento, se dejan pasar algunos minutos para que este actúe y luego se retira con un agente  neutralizante. El paciente puede sentir una sensación de picor o ardor leve mientras el químico hace su trabajo.

Seguidamente, se aplica una crema hidratante para refrescar y recuperar la piel, y finalmente un bloqueador solar con factor de protección bastante alto, pues la zona estará muy sensible a los rayos del sol. En ese sentido, se recomienda evitar en lo posible la exposición directa al sol en las semanas siguientes al tratamiento.

Durante las primeras horas posteriores a la aplicación del peeling, notará que hay un enrojecimiento de la piel y varios días después, notará como se comienza a descamar (como sucede luego de las quemaduras solares), para que aparezca la nueva capa de piel más lozana y con menos manchas.

Si usted se hace una sesión de peeling solo para eliminar manchas, con una o dos sesiones serán suficientes para que vea los resultados, sin embargo, si la intención es atenuar las arrugas para corregir el envejecimiento prematuro, es necesario realizar sesiones de mantenimiento. Cada tres a seis meses a partir de los 30 años, para que el peeling ayude a la piel a rellenar los surcos con la producción de colágeno, es lo que recomiendan los expertos.

Además del peeling químico, también existen otros tipos de este tratamiento, que no concentran su acción en agentes ácidos; por ejemplo el peeling mecánico, cuya forma más común es la dermobrasión, que no es más que el retiro de la capa superficial de la piel a través de una especie de lija con micropartículas que va retirando estas células muertas y va teniendo un efecto como el del borrador al corregir los trazos del lápiz.