A menudo las mujeres pasan demasiadas horas al día pensando en su apariencia y en qué hacer para mejorarla, sobre todo cuando comienzan a pasar la frontera entre el final de los 30 y el inicio de los 40, porque la piel comienza a pasar factura de todas las infracciones cometidas en esos años, cuando comienzan a aparecer los primeros síntomas de la edad, por eso es importante que sepas, que en la prevención está la clave para tener una piel hermosa a lo largo de tu vida, y en esto tiene una parte muy activa tu alimentación. 

No solo llenar tu mesa de noche o tu caja de cosméticos de cremas hidratantes, quita manchas, antiarrugas, exfoliantes, tónicos o desmaquillantes, es garantía de que lucirás una piel bonita, pues a pesar de que estos complementos son una gran parte del proceso en el cuidado de tu piel, no son el factor principal que influye en su salud, ya que como habrás escuchado un montón de veces: eres lo que comes, y si tu alimentación es deficiente en nutrientes, tu piel reflejará exactamente lo mismo, no importa cuántas cremas te apliques.

Por eso, en La Estheticien te mostramos los beneficios que tiene para tu piel una alimentación a base de frutas, vegetales y verduras como la de los vegetarianos que adoran la naturaleza en todas sus formas; no quiere decir con esto que debas adoptar esta forma de vida para poder conservar mejor tu piel, pero sí que tomes conciencia de lo importante que es incluir este grupo de alimentos en la dieta diaria, inclusive desde temprana edad, para que los niños cuando lleguen a la adultez, vean el comer vegetales como un hábito y no como un castigo o una penitencia para obtener una recompensa.

Entonces, conozcamos qué sucede con la piel de los vegetarianos y por qué se conservan tan bien con el paso del tiempo:

Prolongado aspecto de juventud

La gran cantidad de alimentos naturales sin procesar que incluyen las dietas vegetarianas, garantiza el consumo de antioxidantes, que dejan neutralizados a los llamados radicales libres, responsables del envejecimiento prematuro de la piel y principales enemigos de la eterna juventud.

Estos alimentos que puedes consumir para darle a tu cuerpo esa dosis extra de antioxidantes, tienen una variedad muy amplia, que puedes conseguir de acuerdo a la temporada del año en la que te encuentres a precios muy solidarios con tu bolsillo, entre ellos están: fresas, arándanos, kiwis, zanahoria, lechuga, aguacate, frutos secos, espinacas, germen de trigo, maíz o soya.

Longevidad

La obtención de nutrientes esenciales y la baja ingesta de alimentos procesados con alta cantidad de químicos de los que no podemos ni pronunciar su nombre completo, hace de las dietas vegetarianas una excelente vía para lograr vivir muchos años. Esto se traduce inmediatamente un beneficio para tu piel, pues ya que es el órgano más grande del cuerpo, también vivirá y se renovará por muchos más años.

Mejora la oxigenación. Circulación

La dieta vegetariana además de mejorar notoriamente la digestión por la alta cantidad de fibra que se consume, también aporta beneficios para reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, ayudando a tu sistema circulatorio a funcionar de manera correcta; este factor promueve una adecuada circulación sanguínea por todo el cuerpo, llegando mejor y en mayor cantidad el oxígeno que transporta la sangre a los capilares de la piel, permitiendo así mantener su aspecto de juventud.

Hidratación adecuada 

Para nadie es secreto que las frutas, verduras y vegetales, contienen una enorme cantidad de agua en su composición, por lo que los vegetarianos poseen una piel hermosa, hidratada y luminosa. Esta ventaja en la hidratación, también favorece la elasticidad de la piel, evitando la aparición de molestas marcas como las estrías.

Menos grasa, mejor apariencia

Si decides iniciarte en el mundo del vegetarianismo, notarás que en los primeros meses bajarás de peso mientras tu organismo se acostumbra a los cambios en tu alimentación, ya que reducirás notablemente la cantidad de grasas saturadas que consumes, por lo que verás cómo se disminuye dramáticamente desagradables elementos como la celulitis, para dar paso a una piel más tersa y con mejor apariencia.