Aunque no lo parezca, el estrés es un mecanismo de defensa de nuestro organismo, que naturalmente se activa con la segregación de ciertas hormonas como el cortisol y la adrenalina, por lo que resulta complicado asociar un sistema de defensa del cuerpo con algo que también le cause daño, pero gracias a la vida moderna, el estrés ha pasado a convertirse en una enfermedad que los médicos tratan en sus consultorios con cada vez más frecuencia. 

El estrés es la respuesta del ser humano para una situación de peligro y así mantenerse alerta, algo que funcionaría de maravilla en el hombre primitivo cuando le tocaba salir a cazar su presa, pero que no va con el hombre de este siglo. El problema con el estrés se comienza a presentar cuando se instala de forma permanente en la vida diaria y aunque las situaciones que se presenten realmente no sean un peligro, la mente sí las percibirá así, manteniendo una alerta constante que desequilibra todo el funcionamiento del cuerpo.

Asimismo, el estrés puede presentarse por una sobrecarga de trabajo, o por no saber cómo organizar eficientemente el tiempo para distribuirlo mejor en cada tarea, generando angustia porque quedan cosas pendientes por hacer y a partir de allí se empiezan a manifestar síntomas que pueden ir desde la afectación del humor, hasta dolencias severas en cualquier parte del cuerpo.

La terapia de reiki, es una técnica milenaria japonesa de medicina natural que se basa en el trabajo de la “energía vital”, según la denominación que le dan los expertos, por ser la traducción más cercana al español. Esta característica energética, ha convertido al reiki en una práctica habitual en el tratamiento del estrés, pues los pacientes manifiestan sentir cambios inmediatamente después de terminar una sesión.

Este trabajo con la energía vital en el reiki, se realiza por medio de la imposición de las manos en los cuerpos energéticos, que pueden ser las zonas de los chakras, o los sitios del cuerpo donde la persona sienta dolor o tenga lesiones, lo que se hace para balancear las energías y así alcanzar la sanación física y mental, también con ayuda de la relación y la respiración.

El estrés puede llegarse a somatizar con fatiga, dolores de cabeza, mareos, confusión, ataques de pánico o de ira, problemas de sueño, problemas de concentración, afectaciones en el sistema digestivo y hasta aumento del ritmo cardíaco y para controlar esto muchas personas recurren al uso de tabaco, alcohol u otras sustancias estimulantes, que a la larga traen otras consecuencias negativas y no atacan el origen del problema, por eso te planteamos 5 razones por las que deberías probar una terapia de reiki para manejar el estrés.

  1. Mejora síntomas a corto plazo

La principal razón para apostar por el reiki para mejorar el estrés, es la efectividad de sus resultados desde la primera sesión. Además no exige demasiadas condiciones especiales como la meditación y desde el primer momento la persona puede experimentar la relajación, así como la gran sensación de paz que ayudan a mejorar síntomas como la angustia o la ira, que vienen con el estrés.

  1. Alivia síntomas físicos

Al llenarte de energía con el reiki, no solo serás una persona más dispuesta a enfrentarte a situaciones de estrés, sino que las tensiones musculares y el resto de las dolencias físicas van paulatinamente disminuyendo. Por lo general en las sesiones de reiki, el terapeuta coloca al paciente acostado hacia un lado escuchando música relajante mientras va haciendo la colocación de sus manos desde la cabeza hacia los pies, por lo que en ocasiones pueden llegar a quedarse profundamente dormidos, atacando otro síntoma físico producto del estrés.

  1. Cambia la forma de ver el problema

Según la filosofía de esta técnica ancestral, el estrés no tiene que ver con la situación que se pueda estar atravesando, sino con la manera en que la persona las ve, las entiende y las enfrenta. Según los expertos en reiki, esta terapia es capaz de cambiar la forma en la que se ve el problema, es decir, hace que la persona se distancie de la situación, por lo que al ya no sentirla suya entonces no habrá estrés por eso.

  1. Combinable con otras terapias 

El reiki además de tratar el estrés, también puede emplearse como complemento de tratamientos psiquiátricos y psicológicos.

  1. Aprender las máximas

Los maestros de esta terapia recomiendan para cultivar la energía vital y así fluya de mejor forma, mantener las siguientes expresiones como máximas en su accionar diario: “Hoy y sólo hoy”, “no me irritaré”, “no me preocuparé”, “agradeceré todo”, “trabajaré con diligencia” y “seré amable”.